Hay quien dice que a la competencia ni agua… pero otros pensamos que con la competencia es mejor tomarse un café y valorar posibles sinergias y complicidades para poder avanzar en un win to win. Yo soy de esos otros. Y como muestra, un botón.
A principios de año, me contactó por primera vez una organización, vía recomendación de un cliente. Nos reunimos y me pidieron el desarrollo de unos cursos en Storyline. Me explicaron su proyecto y, sinceramente, por un momento, me asusté. Pero fue un susto pequeñito, la experiencia te da cierta tranquilidad a la hora de afrontar según qué proyectos a corto y medio plazo. Los plazos eran estrictos y justos, pero el trabajo merecía la pena y el feeling personal era (y es) estupendo. Así que nos pusimos manos a la obra.
Esta primera fase fue, simplemente, lo que sé hacer y, por lo tanto, nos pusimos a ello. Sin más, como siempre hacemos, aportando nuestra máxima profesionalidad para satisfacer a nuestro cliente.
Paralelamente se empezó a diseñar el medio plazo del proyecto: desarrollo de cursos en formato responsive con una plantilla adhoc, desarrollo de una LMS que pueda derivar en una “Universidad Corporativa” y en la que los requerimientos técnicos eran de vital importancia y con una cierta dificultad. Se necesitaba una visión a futuro teniendo en cuenta las necesidades presentes. Y ahí es donde ese café win to win aparece en tu mente y lo tienes claro.
Una llamada a la “competencia” (en este caso a Antonio, director de negocio de SingularLearning), una llamada al cliente, una reunión entre todos y un punto de sinceridad que es vital para poder trabajar correctamente y sin mentiras: yo no lo puedo asumir por mi capacidad laboral, pero confío plenamente en ellos y, evidentemente, mi figura pasará a ser de mero “productor de materiales” a “consultor de proyecto”. Mi responsabilidad es la misma. Ni pienso ni quiero rehuirla.
A partir de ese momento, se inicia un trabajo en equipo bestial, donde cada uno asume su rol, sin miedos ni amenazas. Pasamos de ser dos a ser uno para dar y ofrecer el mejor servicio al cliente. Y no hay dudas por parte de nadie. Y este punto es importante: sin la confianza del cliente no hay proyecto válido y, para ellos, era tan sencillo como decir no y optar por un tercero.
Se empiezan a producir los distintos cursos en el nuevo formato, se empieza a trabajar en nuevos procesos y procedimiento para optimizar el trabajo por parte de todos, se inicia una relación con el cliente que nos lleva a crecer, poco a poco, y a dar respuesta a todas sus necesidades.
CASO DE ÉXITO:
FormaTecA de la Escola Sert COAC – Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (ver aquí)
Un nuevo espacio virtual de soporte para el ejercicio profesional, en el que los colegiados encontrarán un catálogo digital de cápsulas formativas e informativas para dar soporte en las distintas etapas y aspectos de la profesión. Estas cápsulas están conceptualizadas como recursos de autoaprendizaje que recogen tanto las cuestiones más consultadas por los arquitectos, como otras sobre tendencias y especialidades de la profesión.
Además, utilizamos una metodología pedagógica dinámica, donde se combinan recursos de tipo audiovisual, gráficos, interactivos, en un formato de entre 10 y 20 minutos.
A día de hoy, una LMS espectacular en la que hemos adaptado un nuevo tema de Moodle a los requerimientos de imagen del cliente y el desarrollo de 24 cápsulas en formato responsive desarrolladas con un nuevo tema en Adapt Learning que están ayudando a los colegiados a seguir creciendo en sus conocimientos.
El futuro es seguir avanzando juntos, aprendiendo de los errores que hemos cometido y de los que posiblemente cometeremos, pero el futuro será bueno, muy bueno, para nosotros, para el cliente y, quizá lo más importante, para todos aquellos profesionales de la arquitectura que quieren y exigen seguir aprendiendo para ser mejores en su ejercicio profesional.