Leo que una starup podría definirse como una empresa de nueva creación que presenta unas grandes posibilidades de crecimiento y, a veces, un modelo de negocio escalable. Que normalmente acostumbra a utilizarse este concepto para aquellas empresas que tienen un fuerte componente tecnológico y que están relacionadas con el mundo de Internet y de las Tics. Hasta aquí supongo que todos estamos de acuerdo, no?
Si parto de esta definición, ¿podría aventurarme a decir que Designtraining es un tipo de starup? Podría ser una empresa de nueva creación, porque hasta ahora es simplemente una marca comercial. El modelo de negocio puede ser escalable. Tenemos un fuerte componente tecnológico pues trabajamos adaptándonos en las nuevas tecnologías y diseñamos pensando en ellas y, evidentemente, si trabajamos el e-learning estamos estrechamente vinculados a Internet y a las TIC. Además, ofrecemos una parte creativa importante y ofrecemos rapidez y, por el que dicen nuestros clientes, eficacia. Pero creo que esto no es importante. Lo que es importante para ser una buena starup es tener una idea, desarrollarla mínimamente, trabajar en un garaje y buscar financiación. O no.
Yo he tenido la suerte de trabajar con dos ejemplos de Starup que han tenido un grande éxito, más que merecido. Cuando hacía poco que me había puesto como freelance, tuve la suerte de que eyeOS contara conmigo para un proyecto con el ICUB. Estoy hablando de hace quizás unos 6 años. Quedé alucinado. Piso pequeño con un futbolín en la entrada, un sofá y una máquina de café. Una sala con 14 chicos que no tendrían más de 25 años. Un montón de ordenadores y ganas de trabajar. No, no conocí a en Pau, hablé con Llorenç y con Gerard. Fue un buen proyecto y me sirvió para preguntarme porque yo no podría ser emprendedor y ser una starup incipiente.
Hace dos años también tuve la posibilidad de conocer y trabajar con Zyncro. Cuando los conocí eran 5 personas trabajando con una idea que parecía rara. Intentamos conseguir un par de grandes proyectos, intentando crear un concepto híbrido entre comunicación interna y e-learning. Ellos han triunfado.
La pregunta es: ¿por qué? ¿Soy una stardown? ¿Una estrella que en vez de ir hacia arriba disparada, crece, pero a un ritmo excesivamente lento? ¿Qué me hace falta? No tengo las respuestas, pero a veces pienso que mi sector no evoluciona como lo tendría que hacer. Y me explico: la diferencia entre el e-learning de hace unos años y el de ahora es que los cursos se pueden ver desde cualquier dispositivo móvil. Y esto no sé si es evolución. Yo creo que no es la evolución esperada. Tenemos que tener en cuenta que la crisis también nos ha afectado. Lo que antes nuestros clientes pagaban por un curso ahora lo pagan por tres y con más exigencias técnicas. A nivel tecnológico, el e-learning evoluciona como el resto, adaptándose, pero dónde quizás deberíamos ser diferentes es en la parte didáctica. Y aquí es donde está el problema. Las empresas no confían suficiente en los pequeños freelance con buenas ideas. No hay presupuesto para según quién y para según qué. Y está claro, si la idea es excesivamente novedosa, rompes la cultura empresarial en cuanto al aprendizaje online y no sirve.
Un ejemplo. Hace tres años le propuse a un cocinero con una estrella michelin crear una plataforma de aprendizaje basada en píldoras con vídeos y con acciones didácticas multimedia. Se trataba de enseñar a cocineros profesionales y a forofos con intereses culinarios las técnicas de una cocina de calidad. El proyecto se llamaba e-cook. El modelo de negocio era simple. Yo compro el curso y tengo un foro donde compartir mis dudas. ¿Clientes potenciales? Un montón. ¿Interés general? Sólo hay que ver como están los grandes restaurantes. Pues no salió. Quizás me equivoqué de interlocutor, porque si ahora buscas en google encontrarás unos cuantos proyectos similares a éste con fecha posterior.
El e-learning no es fácil, y si además te dedicas al e-learning corporativo, todavía lo es menos. No hay demasiado dinero para desarrollar ideas, no hay demasiados clientes dispuestos a arriesgar (del todo comprensible) y no hay demasiados inversores que quieran arriesgar su dinero en formación. Porque a todos se nos llena la boca de la importancia de la formación, pero…
Si quieres, de aquí un año, te explicaré los dos últimos proyectos que he pensado y en los que estoy intentando trabajar. Esta vez buscaré otros interlocutores y tanto si tengo suerte como si no, te lo explicaré. Creo que son dos ideas rompedoras, innovadoras, escalables en cuanto a modelo de negocio y con posibilidad de crecimiento. Quizás tendré que empezar para cambiar el nombre de Designtraining y buscar uno del tipo Agave (por cierto, una planta que sólo florece una vez a lo largo de su ciclo vital, como una starup, no?).