Hay 2 maneras de ver el móvil: como una arma de distracción masiva o como una arma de creación masiva. No lo digo yo, lo dice Franc Carreras, profesor de ESADE.
Y diría que no le falta razón, al menos en lo que hace referencia al sector de la formación corporativa.
Me resulta curioso que las empresas no acaben de dar el paso, no acaben de entender que el móvil, personal o corporativo, es una parte más de nuestro día a día y es una herramienta que deben aprovechar, también para el aprendizaje. El móvil se ha convertido en la primera pantalla para el consumo de información y formación informal, nos acompaña en nuestro día a día, en el puesto de trabajo, conectado de forma continua a Internet y nos permite realizar acciones cada vez más complejas.
Utilizar el móvil en la formación corporativa no es simplemente que los contenidos se vean en él, no es pedir que los contenidos sean responsive, no es pedir que tenga gamificación… no es nada de todo eso. Utilizar el móvil en la formación corporativa es haber pensado en un diseño instruccional para y por el móvil, en haber pensado una metodología de aprendizaje para y por el móvil, es haber creado una herramienta de aprendizaje para y por el móvil, es que esa herramienta tenga un cuidado diseño interactivo y una adecuada gamificación que permita al usuario adquirir conocimientos de forma natural, dinámica y cómoda con sólo unos minutos al día. Porque si hay una cosa clara, es que la formación desde el móvil debe estar basada en el microlearning y debe estar basada en retos que permitan al usuario interactuar con otros y, sobre todo aprender.
Nuestra forma de aprendizaje ha cambiado. La aparición de los móviles y de las aplicaciones que los alimentan, ha creado un nuevo paradigma y una nueva evolución en la adquisición de conocimientos. Piensa en tus hijos o tus sobrinos o en cualquier joven menor de 25 años. La información la reciben en pequeños inputs y la comunicación entre ellos es a base de pequeños inputs (y no son menos inteligentes que tú o que yo). Esa es la clave. Y se sabe que cuando realizamos una acción intelectual, los primeros 8 minutos, nuestro nivel de atención está en estado de alerta y que pasados 20 minutos, nuestras neuronas comienzan a experimentar cansancio. Ya no os cuento lo que pasa después de 60 minutos, donde nuestra capacidad de atención decrece hasta el abismo.
Ante esto, ¿estamos entendiendo la utilización del móvil en la formación corporativa o simplemente nos queremos apuntar un tanto y decir que utilizamos el móvil sin utilizarlo bien? ¿estamos convirtiendo al móvil, con nuestras acciones mal planificadas, en una arma de distracción masiva?
Insisto, ahora que parece que la Transformación Digital es uno de los objetivos básicos de las empresas y organizaciones: la formación debe formar parte de ella y el móvil debe ser esa arma de creación masiva de la que nos habla el profesor Carreras.
Las empresas, o quizá mejor, los responsables de las acciones formativas internas, deberían perder el miedo a la utilización del móvil como una herramienta más en el aprendizaje de sus trabajadores. Que no quiere decir que las otras metodologías no sean válidas, que lo son y lo serán por muchos años, pero hay que ser valientes y coherentes y dar un paso adelante en esa Transformación Digital de la que tanto se habla.
Si te digo que tienes una herramienta a tu disposición que te ayuda a crear contenidos, planificarlos en retos, que te permite obtener unos informes de seguimiento de la acción formativa planificada, que estos datos te los puedes exportar a tu LMS, que la actualización de contenidos es instantánea, que puedes reutilizar los contenidos que ya has creado para otros retos, que tiene una lógica de gamificación y una base pedagógica.
Si te digo que el formato de los contenidos es fácil de asimilar, que el usuario aprende durante 5 minutos al día cuando él quiera o pueda, que puede acceder a la formación en cualquier momento y lugar, que puedes utilizar esa herramienta como herramienta previa a una formación presencial, o como herramienta de refuerzo una vez finalizada, o para dar la bienvenida a nuevos trabajadores, o como herramienta formativa de cualquier aspecto interno relevante
Si te digo que con esta herramienta tu organización puede crear y gestionar sus formaciones y sus contenidos de manera autónoma, que la tasa de finalización de los retos es de más de un 90%, que ya hay empresas multinacionales que la están utilizando sin dejar de utilizar otras metodologías más asentadas como el e-learning que todos conocemos…
… ¿de verdad que no te interesa? Pásate por Snackson y quizá se despierte tu interés.
Respondamos a Franc y digámosle que el móvil es una arma de creación masiva. Y es que como dice la canción: no podemos vivir sin ti 🙂