La dificultad en el diseño de contenidos e-learning radica en la sorpresa. Parece ser que hace años que los profesionales que nos dedicamos a esto estamos haciendo lo mismo. Cambian las herramientas pero, según dicen algunos clientes, no cambian los diseños conceptuales.
Y es hay donde yo me revelo.
Lo primero que debemos tener en cuenta, tanto el profesional como el cliente es algo tan sencillo como saber qué quieres conseguir, a quién va dirigido y de cuánto presupuesto dispones. Sin eso, todo seguirá igual.
Lo segundo que debemos tener en cuenta es que el e-learning tiene un precio, y ese precio fluctúa en función de qué quiere el cliente y qué no. Todo es válido en función del objetivo a conseguir, siempre que tenga un poso pedagógico bien trabajado. Pero lo que no se puede pedir, y los profesionales del e-learning deberíamos ir todos a una con esto, es duros a tres o incluso dos pesetas. No se trata de hacernos ricos, se trata de poner en valor nuestro trabajo y poner en valor el aprendizaje del usuario.
Lo tercero que debemos tener en cuenta es que por mucho que aportemos soluciones novedosas, alternativas y creativas, si el cliente tiene “miedo” a salir de su zona de confort, vamos mal. Me vais a perdonar que hable en primera persona, pero más de una y dos y cien veces en estos dos últimos años, he ofrecido soluciones alternativas a los procesos de aprendizaje y he recibido como respuesta un no con distintas excusas que remiten a ese miedo por alejarse de la zona de confort.
Lo cuarto que debemos tener en cuenta es que SCORM no es la panacea y que más pronto que tarde, las LMS van a desaparecer como tal. El e-learning no es tener una LMS. El e-learning es aprender. Y no debería ser condición sine qua non que todo pase por SCORM. Los imputs del aprendizaje se recogerán en algo así como un banco de conocimiento que se basará en el big data y en learning analytics. Y el alumno podrá utilizar la metodología y la herramienta que mejor le convenga en cada momento. Porque esa ansia por el control, por no decir, al menos en España, esa fijación porque todo pase por la Fundación Tripartita, debe desaparecer. Y desaparecerá.
Lo quinto que debemos tener en cuenta es que los usuarios de e-learning, al menos en el sector corporativo, esperan y desean procesos de aprendizaje no obligatorios que les permitan avanzar en su formación día a día. Y desean hacerlo cuándo tengan un rato libre o cuando ellos decidan que es el mejor momento. Y para eso, el mobile learning es la solución. Además, esta modalidad permite conjugar elementos tan demandados como la gamificación o la interacción entre usuarios. Pero claro, la zona de confort de los responsables…
Lo sexto que debemos tener en cuenta es que no todo debe ser mobile learning o cualquier otro nombre de cualquier otra tendencia con la que nos llenamos la boca. A veces, muchas veces, un buen diseño pedagógico en una píldora de esas que llaman “tradicional” puede ser mucho más efectiva y eficaz que cualquier otra cosa. Y en esa píldora, como sabes, se pueden incluir vídeos interactivos, árboles de decisión, procesos de gamificación… pero claro, eso tiene un precio que, a menudo, no se puede o se quiere pagar.
Y así podría seguir…
Creo que los profesionales que nos dedicamos al diseño de aprendizaje sí que hemos cambiado, creo que hemos explorado y seguimos explorando nuevas soluciones que aporten a nuestros clientes soluciones válidas para sus objetivos, creo que somos capaces de inventar y reinventar, de crear y recrear nuevos escenarios para una mejora del aprendizaje, aprovechando las oportunidades que nos brinda la tecnología, pero lo que aún no hemos sido capaces de hacer, es acompañar a nuestros clientes a dar un paso fuera de la zona de confort.
Quizá, esa sorpresa de la que hablaba en la primera frase de este post, nos la tengan que dar nuestros clientes, seguro que será bienvenida.
Como veis, empezamos el 2017 con ganas! 😀
PD. Para mi suerte, mis clientes me sorprenden día a día e incluso son ellos los que me invitan a salir de MI zona de confort, y no saben, o sí, como se lo agradezco.
