Hace un par de años que leo en blogs y foros de excelentes profesionales del e-learning que el futuro de este sector es bueno, muy bueno. Y de un año hacia aquí leo también que el futuro es social e-learning o e-learning colaborativo. Y yo ahí tengo mis dudas, y más si entendemos que no es lo mismo el e-learning que implementan grandes organizaciones (donde se encuentra su know-how) y el e-learning que implementan las Universidades (llámales MOOCS o llámales pdf colgados en la LMS).
¿El social e-learning también válido para las organizaciones? Si formas parte de una organización empresarial, no sé si estarás muy de acuerdo en que se compartan tus contenidos por las redes sociales. Claro, ahora me dirás que tu Moodle tiene herramientas para compartir (las tiene desde la primera versión, cuando lo social no estaba de moda), o me dirás que podrías utilizar una “red social corporativa” a lo que te respondo que sí, que lo hagas si puedes, porque es una gran experiencia y te puede ir bien, pero recuerda tu presupuesto. Con ello no estoy diciendo que no sea un buen camino. Es más, yo creo que compartir conocimiento mediante herramientas sociales es algo que todos deberíamos hacer. Otra cosa es qué tipo, cómo y dónde.
¿El social e-learning limitará cómo se muestra el contenido? Pues quizá sí. Quizá los que nos dedicamos a la creación de contenidos, si el futuro va por aquí, tengamos que cambiar ciertos esquemas mentales. No lo tengo muy claro, porque tampoco tengo muy claro que se entiende por social e-learning.
Yo creo que el futuro del e-learning desde hace un año para aquí está en los nuevos formatos. Está meridianamente claro que la mayoría de las personas que utilizan esta metodología de aprendizaje tienen en sus manos o una tableta o un móvil. Esto ha hecho que, la gran mayoría de empresas o freelances que nos dedicamos a la creación de cursos, nos hayamos reciclado y, dudo que ahora haya alguien que no entienda que sus creaciones se deben ver perfectamente desde cualquier dispositivo y que deben comunicar bien los estándares. Ese fue el inicio del futuro, pero no es el futuro en los próximos 5 años. Hay que tener en cuenta tres elementos fundamentales en nuestro día a día: el video, el móvil y la diversión.
Los dos primeros forman parte de nuestra cotidianidad tecnológica y ya es más que presente. El tercero debería formar parte.
Yo creo que el futuro está en romper el paradigma actual, que no quiere decir que no continuemos haciendo píldoras excelentes para según qué contenidos y que no quiere decir que las LMS desaparezcan o no se utilicen los estándares actuales (SCORM o Tincan api). Creo que el futuro está en el móvil. Y entiendo que el e-learning irá, a pasos agigantados hacia él. Y las organizaciones que ofrecen esta modalidad educativa a sus clientes tienen que empezar a entender que en breve, los profesionales que nos dedicamos a ello, vamos a ir por ese camino. Desde él deberíamos hacer realidad ese punto social que se demanda (insisto, un social individualizado para cada organización), deberíamos ser capaces de incorporar nuevos procesos de aprendizaje que nos llevarán a conseguir no una gamificación entendiéndola como “el típico juego del móvil”, sino un aprendizaje divertido que ayude al usuario a aprender, porque pase lo que pase, el futuro del e-learning sigue siendo dar herramientas al usuario para aprender.
Estoy convencido que en los próximos 5 años van a coexistir las actuales píldoras que desarrollamos y un nuevo proceso de aprendizaje, posiblemente más invasivo, pero posiblemente más intuitivo, divertido y eficaz.
Supongo que el futuro se llamará Mobile Learning.
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