Soy Daenerys Targaryen, la primera de su nombre, la que no arde. Reina de Meereen, reina de los Ándalos, los Rhoynar y de los primeros hombres. Señora de los siete reinos y protectora del reino. Khaleesi del gran mar de hierba, rompedora de cadenas y madre de dragones.
Esta es la tarjeta de visita de una de las protagonistas de Juego de Tronos.
Soy Jordi, uno más de su nombre, el que prefiere no arder. Rey de Designtraining, cofundador de Snackson, vasallo del e-learning y admirador de Storyline. Protector de la creatividad, culo inquieto y defensor de nuevas metodologías de aprendizaje y protector de dar soluciones a clientes de los 5 continentes. Buscador de alianzas con profesionales que saben más que yo, a lo Tyrion Lannister. No soy Khaleesi de ningún mar, ni rompo cadenas ni soy padre de dragones, aunque en algunas ocasiones me convierto en uno de ellos.
Esta podría ser mi tarjeta de visita.
La cuestión es saber si sería la adecuada.
Trabajar en el sector del e-learning corporativo, siendo un profesional autónomo, ofreciendo productos a medida, es decir, vendiendo algo intangible, es una tarea ardua por varios motivos:
El primero, porque compites con empresas con muchos recursos que pueden ofrecer productos similares al tuyo, aunque posiblemente más caros. En su defensa, sus infraestructuras son enormes y sus profesionales acostumbran a ser muy buenos. Para tratar de competir con ellos tienes dos opciones, o disponer de un equipo multidisciplinar de freelance o pequeñas empresas que den valor a tu producto con los que trabajar para cada tipo de proyecto, o aliarte con ellos mediante una alianza de las que consigue Tyrion, es decir, yo te doy, tú me das y todos ganamos. Eso sí, debes ser absolutamente transparente con tus “socios” y con tus “clientes”, sino, te arriesgas a perder tu reino.
El segundo, porque tus clientes tienen que ser grandes empresas, deslocalizadas geográficamente. Y entrar en grandes empresas siendo un autónomo, por mucha experiencia que tengas, es como una guerra sin sangre de Juego de Tronos. La tarea comercial es imprescindible, pero requiere mucha inversión de tiempo y dinero. Además, si estás vendiendo no estás produciendo, y esto acostumbra a ser un problema. Conseguir contactos de calidad es tu primera tarea y para ello debes saber elegir a tus clientes, en función de tus posibilidades de producción. Hay que ser leal y sincero y no vender humo. Si no te puedes permitir viajar, utiliza las herramientas que te da Internet para darte a conocer. No es fácil, pero es imprescindible que te conozcan en los 5 continentes.
El tercero, porque tu toma de contacto y tu venda es compleja. Si consigues una reunión, vas a depender del feeling y la confianza que transmitas, pues tu venda es algo absolutamente intangible, y poner precio a algo que todavía no es nada, siempre es complicado, para ti y para tu posible cliente. Está claro que una ventaja es poder enseñar los proyectos que has desarrollado para otros clientes, pero tienes que saber qué enseñar y cuándo enseñarlo, porque no todas las empresas tienen las mismas necesidades.
El cuarto, porque todos están a la última en conocimientos tecnológicos (llámale tendencias) y no saben que en su organización eso puede ser inviable. Antes de vender nada, escucha las necesidades y si no lo ves claro, dilo, no pasa nada. Es mejor decir que tú eso no lo ves y darles el nombre de alguna empresa que conozcas que lo pueda hacer, a decir sí a todo. Además, a veces la tendencia no es una cuestión tecnológica (lo de quiero que mis cursos se vean en cualquier dispositivo ya no es una tendencia, es una necesidad) sino más bien una cuestión metodológica y pedagógica, es decir: para qué, cómo y por qué diseñamos el curso. Los efectos especiales vendrán después.
El quinto, porque vender formación siempre es complicado. Todos necesitamos seguir aprendiendo pero a todos les parece caro, en primera instancia, lo que posiblemente propongas. La formación es el patito feo, a pesar de que sin ella, las organizaciones no avanzarán ni mejorarán.
Como ves, nadie dijo nunca que vender e-learning fuera fácil, pero si Daenerys Targaryen, la primera de su nombre, la que no arde. Reina de Meereen, reina de los Ándalos, los Rhoynar y de los primeros hombres. Señora de los siete reinos y protectora del reino. Khaleesi del gran mar de hierba, rompedora de cadenas y madre de dragones, nunca se rindió… ¡Tú tampoco lo hagas!