Me contaron una vez que Buda era un príncipe pijillo que un día decidió dejarlo todo y conocer el mundo. Que un día se sentó bajo un ficus al que llaman árbol de Bodhi y que allí se iluminó y dio un discurso basado en las cuatro nobles verdades. Me contaron que si las seguías y eras capaz de pasear por el óctuple sendero, uno también podía llegar a eso que llaman Nirvana.
Así que, ni corto ni perezoso, me he ido al país de Buda a ver si yo también me ilumino, aunque en lo profesional. Primero me pasé por el país de los Maharajás, pero eso no es importante.
Al llegar, lo primero que ví fueron las tablas con las cuatro verdades. A saber:
- Toda existencia es insatisfactoria. Pues vaya… la primera en la frente… nada es felicidad, ni en lo personal ni en lo profesional. Siempre hay problemas. Y que lo digas Siddharta. En los proyectos que acometo profesionalmente, nunca hay felicidad absoluta y sí, siempre surgen problemas. Pero yo intento minimizarlos con buena disposición y actitud, para que el proyecto resultante sea óptimo y con cierto karma. Lo que no me explico es que tú ya supieras esto hace 2500 años… eres un crack.
- El sufrimiento proviene del anhelo-aferramiento y la ignorancia. Ahí sí que has dado en la diana. Lo que llegamos a sufrir. Mis clientes y yo. Los dos. No hay proyecto sin sufrimiento. Posiblemente porque para ellos es difícil aceptar a un autónomo sin conocimiento específico sobre la materia a tratar y para mí porque tengo que dar un servicio basado en la confianza y soluciones pedagógicamente avanzadas y tecnológicamente perfectas. Y sí, en cuanto aparece la ignorancia, la cosa se complica. Pero también te digo que todo se soluciona.
- El sufrimiento puede ser vencido. ¿Vés? ¡Si es que tú y yo pensamos igual Siddharta! Siempre hay solución. Y de lo que se trata es de intentar avanzarte al sufrimiento y visualizar los posibles errores. Es la única manera de vencer las dificultades. Aunque te diré que tú tuviste suerte, porque en tu época no existía Internet ni las LMS ni el SCORM… y no sabes lo que nos hace sufrir eso a todos. Pero siempre acabamos encontrando solución y, casi siempre, acabamos, cliente y proveedor, satisfecho. Te diría incluso que los participantes de los cursos, también.
- Debes seguir el óctuple sendero para dejar de sufrir y llegar al Nirvana. Siddartha, eres un auténtico maestro. Ese óctuple sendero es mi día a día en cada uno de mis proyectos:
- comprensión correcta
- pensamiento correcto
- palabra correcta (esto me cuesta, lo reconozco)
- acción correcta
- ocupación correcta
- esfuerzo correcto
- atención correcta
- concentración correcta.
Que sepas que ese es el camino habitual para hacer un producto e-learning de calidad y para que los clientes queden satisfechos. A eso yo le añadiría un sendero más, con tu permiso: implicación correcta. Si lo consigues, seguro que llegas al Nirvana del e-learning.
Ommmmmmmmmmmmm…
PD: No dejéis de visitar Nepal.