¿Cómo empezarías un curso e-learning? A menudo, los cursos que diseñamos empiezan con algo tan educado como un “Bienvenido/a al curso XXXX” y claro, muy posiblemente, el usuario que se dispone a realizar el curso piensa: “Bufff…”
Si en la primera pantalla no hay sorpresa, ¿qué puede esperar un alumno del curso? No podemos obviar que la metodología e-learning actual no ha evolucionado excesivamente desde hace 15 años (la tecnología sí, pero eso por sí mismo no es e-learning). El cliente te pide mayor interactividad e implicación del usuario, pero también te pide un presupuesto más ajustado, así que las opciones son pocas, pero como las meigas: haberlas, háilas.
Te pongo un ejemplo: hace unos días tuve la oportunidad de ver a Robbie Williams, sí, ese macarra inglés que a día de hoy debe ser uno de los mejores artistas pop. Pues bien, inició el concierto dejando claro a las más de 18.000 personas de qué iba… y os aseguro que lo consiguió. Os dejo su “pantalla de bienvenida”:
Como ves, esa primera pantalla debe ser algo así como el “esto es lo que vas a hacer”, y quizá no tenga que ser una única pantalla, porque quizá le debamos dar la vuelta a esto de las píldoras formativas.
Sobre el haberlas, háilas o el efecto sorpresa.
Pues sí, quizá la opción de un video interactivo donde el alumno deba tomar las primeras decisiones puede ser un buen arranque del curso. Sí, es más caro, y sí, implica unas dinámicas de trabajo por parte de los expertos que van más allá de hacer un guión en word… y sí, conseguimos transmitirle al alumno cierta motivación.
Pero deberíamos ir mucho más allá. Deberíamos empezar a pensar en romper ciertas dinámicas habituales en la metodología online. Deberíamos empezar a comprender que con una píldora de una hora, parecida a las demás píldoras que llevamos diseñando los últimos 15 años, el alumno sí que aprende esos conceptos que estamos trabajando, pero quizá también tenga la sensación que no avanzamos (metodológicamente hablando). ¿Te has planteado alguna vez hacer un curso sin botón Siguiente?
Y ahí es donde aparece el efecto “haberlas, haílas” o el efecto Robbie Williams. Quizá, lo que deberíamos empezar a hacer los profesionales del e-learning, es a abrir nuestra mente y entender que una pildorita no lo es todo. Y cuando lo tengamos asumido aparecerán otras opciones con efecto sorpresa que no incrementaran excesivamente el presupuesto con el que el cliente nos pide que trabajemos.
En Designtraining, ya estamos empezando a cambiar nuestra metodología, estamos en un el proceso de complementar nuestros cursos con el efecto sorpresa. Y ese efecto pasa por un nuevo concepto metodológico que surge de pensar durante meses cómo evolucionamos como personas, cómo evolucionamos como sociedad y cómo evolucionamos tecnológicamente.
Sí, no vamos a renunciar a nuestros diseños pedagógicos, que a día de hoy, en los últimos 7 años, han ayudado a formarse a más de 200.000 alumnos en distintas empresas y en distintas áreas. Pero lo que sí vamos a hacer es sorprenderte con nuevas propuestas que te permitan vencer el miedo a ciertos cambios metodológicos.
En poco más de un mes recibirás un correo con nuestra propuesta. Nos hemos planteado hacer como Robbie en sus conciertos… no por conocido debe dejar de sorprender.