No, no me ha tocado el Gordo de Navidad. No, no son los kilómetros que tengo que hacer para ir a trabajar. No.
¡Son los alumnos (más o menos) que se han formado en 2013 con los cursos que he diseñado!
He pedido los datos a mis clientes y de golpe, la sensación de responsabilidad me ha dejado pegado en la silla. 31.204 personas que aprenden con los cursos que diseño … Sí, 31.204 personas que deben aprender contenidos muy específicos de áreas muy específicas de cada uno de mis clientes con el resultado de mi trabajo. Llevo como 30 minutos pensando en esto … A veces no somos conscientes del trabajo que hacemos ni de la importancia que tiene, y cuando te dan estos números, que sí, que son números, pero cada uno de ellos corresponde a una persona que quiere aprender y quiere seguir formándose para mejorar su desarrollo profesional, te das cuenta de tu responsabilidad. Y pensando, te das cuenta que tu esquema pedagógico, que tu diseño gráfico, que tu manera de tratar los contenidos, que tus interacciones, que la tecnología que utilizas para transmitir este conocimiento han ayudado a personas no sólo de España, también de China, Rusia, Tailandia, República Checa, Italia, Estados Unidos, Chile, Francia, Finlandia, Inglaterra, Dinamarca, Portugal, Alemania, Noruega, Holanda, Irlanda … todos ellos aprenden con la ayuda de lo que en Designtraining creemos que puede ser más útil, más didáctico, más entretenido, más interactivo, más correcto para un aprendizaje e-learning de calidad.
Y también te das cuenta de la gran suerte de poder diseñar cursos que van desde la habilidad profesional más básica como atender a un cliente, la explicación de un sistema de calidad de una multinacional o como se debe hacer una maniobra de Heimlich. Porque hay una cosa que tengo muy clara: antes de entregar un curso, yo la tengo que entender y debo aprender. Esta es la gran suerte que tengo. Que en cada uno de los cursos a medida que diseño, aprendo. No sólo intento mejorar mi visión pedagógica del e-elarning, también intento aprender de los temas que tengo que trabajar.
Sólo me queda dar las gracias a aquellos que confían en mi trabajo, y si lees esto y no eres cliente, ¿por qué no me envías un correo y hablamos?