Truman y las emociones en el e-learning

De todos los segundos de cada uno de los fotogramas de Truman me quedo con tres:

• El primero, con la mirada de Darín y Cámara cuando se encuentran.
• El segundo, la mirada de Darín y Cámara en Amsterdam.
• El tercero, la mirada de Darín y Cámara y Truman en el aeropuerto de Barajas cuando se despiden.

Sí, es una película de miradas, una obra de arte de sentimientos encontrados, un algo distinto interpretado de forma magistral. Es la esencia de la comunicación no verbal. El cómo transmitir emociones con y sin palabras.

La reflexión parece obvia: es lo que no conseguimos con la formación online. El e-learning carece de esa transmisión de emociones, si bien es cierto que con las nuevas herramientas tecnológicas y con la incorporación de ciertas dinámicas de gamificación, poco a poco, conseguimos transmitir algo más; pero los dispositivos en los que la servimos continúan siendo eso, dispositivos hieráticos.

No es fácil diseñar ciertos contenidos y que éstos sean capaz de transmitir emociones, pero en ocasiones, si no trabajásemos como máquinas, quizá lo podríamos intentar conseguir.

Llevo unos días inmerso en un proyecto sobre Violencia Sexual para un cliente que trabaja en los lugares donde esto es una auténtica lacra. El objetivo es que los trabajadores y colaboradores de este cliente puedan entender y tratar esta lacra de una forma correcta cuando en sus hospitales se encuentren con personas agredidas. No es un contenido fácil de tratar pero sí es un contenido que me permite, a pesar de los pesares, tratar el diseño gráfico de forma metafórica. A pesar de que los contenidos teóricos son los que son, después de ver Truman, me planteé intentar transmitir emociones y sentimientos mediante imágenes tratadas con delicadeza sin dejar la esencia de cualquier curso e-learning: queremos que aprendan, que comprendan y que actúen en el territorio para ayudar a las víctimas.

Y cada día que me enfrento a uno de los contenidos del programa, recuerdo activamente esas miradas, esas sonrisas, esos silencios que me ofreció Truman. Me parece que las teorías del aprendizaje online deberían evolucionar para intentar encontrar la fórmula para transmitir emociones durante el aprendizaje. Sé que es complicado y yo ni me atrevo a empezar a pensar cómo, pero debemos intentar provocar un debate sobre la transmisión de emociones en el e-learning.

Me revienta que “gurús” se sitúen en el involucionismo y se dediquen a deprimir a los profesionales del e-learning con sus ideas atascadas en los años 90. No es cierto que el e-learning no haya evolucionado, lo que no ha evolucionado es la adquisición natural de las herramientas tecnológicas en las organizaciones. No entiendo cómo a día de hoy aún hay reticencias al uso de los móviles personales, o al uso de las redes sociales.

Si algo te enseña Truman es a entender que cualquier momento es bueno para aprender, incluso en las peores situaciones, y que aprender es emocionante incluso cuando no hay palabras. Porque del silencio y en el silencio también se aprende y también podemos emocionar.

En fin, es viernes y hoy toca diseñar un nuevo contenido de mi proyecto.

PD. No dejéis de ver Truman.