Pero prefiero empezarlo hablando sobre talento y esfuerzo. Durante el 2015 si una palabra define la política de RRHH o la de los vende humo de muchas consultoras es talento. Que si retención del talento, que si gestión del talento, que si la búsqueda del talento… Y está bien, muy bien, pero… ¿alguién me puede explicar que es el talento? Creo que se lo leí a Charles Darwin “Salvo los tontos, los hombres no se diferencian mucho en cuanto a intelecto; sólo en ahínco y trabajo duro”.
Y para mi, el talento es eso, ahínco y trabajo duro, vamos, esfuerzo. No creo que, en general, uno tenga más talento que otro. Sí que entiendo y creo que genéticamente servimos más para unas cosas que otras, pero si eso no se potencia, es como si tuviéramos un oso invernando en nuestro cerebro.
Creo que hay mucho vende humo (yo conozco a unos cuantos, pero a uno muy especialmente) que en su discurso es capaz de relacionar talento con cualquier palabreja que tenga que ver con lo que los clientes quieren escuchar. Y a menudo se olvidan que el talento es algo bastante corriente, que no escasea, que lo que escasea es la constancia. Y eso no lo digo yo, lo dice Doris Lessing.
Yo no sé si soy talentoso, supongo que como todos. Y no sé quién encontrará mi talento o si alguna empresa lo visualizará en sus megaestudios sobre competencias profesionales y talento. Es más, no sé si yo mismo estoy gestionando eso que llaman talento.
Lo que sí sé es que en mi profesión, practico, aprendo, cometo errores, lo vuelvo a intentar, fracaso, pregunto a compañeros que saben más que yo, los escucho, lo vuelvo a intentar, me adapto, vuelvo a fracasar otra vez (aunque esta vez es un fracaso menor), vuelvo a cometer errores (aunque menos), lo vuelvo a intentar y, a veces, al final, lo consigo.
Y para mí eso es talento, esforzarse una y otra vez en lo que haces hasta que lo haces excelentemente. Sin miedo a fracasar, sin miedo a que no te lo reconozcan. Todos tenemos talento para lo que nos propongamos.
Podría acabar este primer post como lo empecé, pero no, prefiero acabarlo con otras palabras que siempre relaciono con lo que para mi es talento: “Ma il mio mistero e chiuso in me, il nome mio nessun saprà! No, no, sulla tua bocca lo diró quando la luce splenderá”.